sábado, 10 de septiembre de 2011

DIA 7

 Cada día era una lucha interna constante, quería ser otra, fundirme, ser feliz... Lo único que me evadía era escribir, escribía poesías, poesías que salían de lo más hondo de mi corazón. Poesías a las que hoy, más de ocho años después, les encuentro el sentido y la verdad que tenía mucha razón, o eso pienso yo.
Poesías como esta:


La luz se ha fundido, la esperanza se ha perdido.
Luchas para encontrar la luz, esa luz que está en tu interior...
Cuesta encontrarla cuando te ves en un pozo sin salida;
Pero si buscas, buscas y sigues buscando.
Al final la encontrarás; Intentarás encenderla, recuperar la llama...
Pero no es fácil; Todos lo sabemos.

Sin embargo llegará un día en el que como por arte de magia
la llama caerá en tus manos.
Tu alma brillará y tu corazón se iluminará.

Mantener la esperanza es lo más importante porque si pierdes la esperanza,
pierdes la llama y si pierdes la llama te pierdes tú mismo.

LUCHAR POR LA ESPERANZA ES LUCHAR POR TI Y POR TU CORAZÓN.
LA ESPERANZA ES VIDA; NO PERMITAS QUE SE PIERDA.


Ahora, leyéndolas, descubro que tenía mucha razón...

La razón de que la publique es que sigue siendo mi historia, yo las escribía porque en el papel me sentía segura, nunca dejé que nadie las leyera ¿sabéis porque? Porque me avergonzaba de mi misma, no me gustaba ser quien era y si permitía que las vieran descubrirían que sentía en mi interior y estaba segura de que a nadie le gustaría.
Quería gustar tanto a la gente que me olvidé de gustarme a mi misma, de forma que llego el día en el que yo misma me acabé odiando. Eso es lo peor que puede pasarte porque el odio te quema, te mata por dentro.
Cuando acudía al psiquiatra quería que se las enseñara, quería que le dijera que había en mi interior pero no quería; Dios ¿Porqué no me deje ayudar cuando aún se podía evitar lo que vino a continuación?
¿Porqué no hice caso a los consejos de los que SI conocían mi enfermedad?
NO DEJEÍS QUE OS PASE LO MISMO. DEJAROS AYUDAR.

Años después he acabado saliendo, el cómo ya lo iré  contando, pero quién sabe que habría pasado si me hubiera dejado ayudar mucho antes, quizás no habría pasado todo lo que pasó, quizás ahora estaría bien físicamente y no tendría minusvalía, quizás....
Pero ¿sabéis una cosa? El quizás ya no importa lo que importa es que ahora soy la que siempre soñé ser, no porqué aún coja de aquí y de allá, sino porque dejé salir todo lo que se escondía en mi interior y ahora soy feliz.

         En los próximos artículos seguiré contando poco a poco toda la historia, lo que pasó por no hacer caso, lo que podía haber pasado y finalmente como luché contra todo y conseguí estabilizarme pero eso lo sabréis si no dejáis de leerme.